10 datos sobre el Vaticano

1. El Estado de la Ciudad del Vaticano es el país más pequeño del mundo. Es tan pequeño que la basílica y la plaza de San Pedro ocupan un 20 por ciento de su territorio. 

2. La ciudad-estado tiene una población de 839 (censo de julio 2013) habitantes bajo la autoridad legislativa, judicial y ejecutiva del Papa. 

3. La Basílica de San Pedro fue construida sobre la base de la primera basílica del mismo nombre.

4. Miguel Ángel diseño la cúpula de la basílica, que mide casi 122 metros de altura (400 pies) y 42 metros (138 pies) de diámetro. 

5. Bajo la basílica se encuentra una cámara de entierro papal. Las tumbas de muchos papas se encuentran aquí, incluyendo la del Papa San Pedro, el primero de la historia. 

6. La Capilla Sixtina es una estructura independiente de la basílica, diseñada para convertirse en la capilla oficial del Papa. Es el lugar que acoge al cónclave papal y en ella se celebran las elecciones para elegir a un nuevo pontífice. 

7. Los Archivos Secretos del Vaticano son una de las fuentes de conocimiento más vastas y menos públicas del mundo. Sus textos superan la cifra de 150.000. Colocados en hilera alcanzarían una distancia de 65 kilómetros y en ellos podemos encontrar actas, correspondencias y textos que datan del siglo VIII en adelante. 

8. Cualquier persona puede convertirse en ciudadano/na del Vaticano si es elegida para trabajar en la ciudad-estado. Al dejar la posición la ciudadanía es revocada y si no se dispone de la nacionalidad de otro país esa persona pasa a disponer automáticamente de la ciudadanía italiana. 

9. El Papa celebra una Audiencia General todos los miércoles por la mañana en el Vaticano, en la que se dirige al público en varios idiomas. Esta audiencia finaliza con una bendición de personas y objetos sostenidos por la multitud. A los católicos se les pide una carta de presentación de su párroco cuando asisten a esta Audiencia General. 

10. La firma de los Pactos de Letrán puso fin a la disputa entre el gobierno italiano y la Iglesia Católica en 1929, permitiendo que el Vaticano existiera como un estado soberano. Benito Mussolini, en aquel entonces jefe fascista del gobierno italiano, fue quien firmó el tratado.